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Este blog contiene un resumen de los principales personajes que han dejado huella en la historia de la filosofía y teología occidental hasta la época contemporánea.

Su meta principal es proporcionar una visión general de las corrientes filosóficas y de su origen, extirpando las ideas más importantes de las tantas obras literarias que existen sobre este tema.

En la parte derecha es posible encontrar a los autores agrupados por corrientes filosóficas.

Si se lee el blog desde el final hasta el principio se establece un orden temporal desde los personajes más antiguos hasta los modernos.

La organización de las publicaciones durante el año 2012 sirvió solamente para ordenar a los autores por épocas históricas. No significa que  las entradas se hayan escrito en ese año. Es decir, este blog sigue siendo actualizado en la actualidad.

Las fuentes de información que se han empleado son los libros de filosofía básica de 1º y 2º de Bachillerato, libros de la carrera universitaria de filosofía de la Universidad de La Laguna y Wikipedia en español, alemán e inglés.

TobiasCW
Septiembre 2016


El declive de la filosofía

Con el auge de las ciencias, el método científico y sobre todo de las disciplinas de la psicología y sociologia, la filosofía comienza a perder su monopolio en la explicación del mundo, del humano y de su entendimiento y ética.

En su lucha en contra del positivismo (hacer la filosofía ciencia) y privado de sus campos de pensamientos tradicionales la filosofía queda en forma de varias corrientes empiristas actuales residuales como la fenomenología, el existencialismo, basada en Soren Kierkegaard (1813 – 1855), la filosofía analítica y la filosofía histórica, fundada en Hegel y Marx.

La fenomenología, bajo Edmund Husserl (1859 – 1938), se dedica principalmente al intento de restaurar y reiniciar la filosofía rechazando las influencias y la historia previa para dirigirse a describir los fenómenos (nuestra experiencia, la cosa en sí) tal como se nos presentan (sin prejuicios), y usando el método fenomenológico. Destaca la aportación de Martin Heidegger (1889 – 1976) que consiste en el planteamiento del problema: ¿Qué es el ser?

El existencialismo, bajo Jean Paul Sartre (1905 – 1980), señala al ser humano como ser que se define por sus actos (no por su naturaleza) y como persona individual, social y libre (indeterminada) que está totalmente sóla en su búsqueda del sentido de la vida, pues sólo puede estar segura de su propia existencia.

La filosofía analítica, con Ludwig Wittgenstein (1889 – 1951) y Karl Popper (1902 – 1994), se dedica al análisis linguístico de la filosofía, de los problemas del método y de los planteamientos científicos, y sobre todo, de la lógica.

Finalmente, la filosofía crítica, entre otros de Theodor Adorno (1903 – 1969) y Jürgen Habermas (1929)  siguiendo los ideales de la ilustración dirige sus esfuerzos a la clarificación racional alrededor de la sociedad industrializada y las consecuencias sobre la vida humana y la cultura para emancipar al humano de la naturaleza e instaurar un orden político y social según los ideales de justicia y libertad.

Mi valoración: Hoy en día, muchos conceptos de la filosofía se encuentran regados por las diversas disciplinas científicas. Aunque algunas preguntas esenciales de la filosofía siguen vigentes, el método científico ha conseguido contestar a muchas de las que nos han inquietado desde que comenzamos a reflexionar. En la psicología se ha demostrado que tenemos una moral innata, que solemos elegir por intuición (el punto medio entre razón y sentimientos), que existen emociones básicas y otras definidas por la socialización, que la cultura y la situación en la que nos encontramos son los factores principales de nuestro aprendizaje y de nuestra conducta, y, además, nos muestra los sesgos que hacen nuestra percepción tan subjetiva. Cabe destacar, que todo está gratinado con el mapeo de los circuitos neurológicos que se activan en las percepciones y los pensamientos, y las enfermedades y trastornos que los dificultan o impiden.

Despojados de los temas tradicionales, algunos filósofos contemporáneos defienden que la función de la filosofía actual es reflexionar sobre la ciencia, el humano y su posición en el mundo. Sin embargo, aunque parezca una encometida noble, las discusiones modernas requieren un nivel de conocimientos previos tan alto que carecen de utilidad para la multitud de las personas. Por lo tanto, la filosofía es, más que nunca, un entretenimiento elitista.

A veces, conocer el significado de una palabra nos ayuda a comprenderla mejor. La palabra filosofía significa amor por la sabiduría o amor por el conocimiento, no buscar explicación de todo. Y quizás como tal, la filosofía debería volver a sus raíces, a absorber y amar el conocimiento, y dejar paso definitivo a la ciencia.


Friedrich Wilhelm Nietzsche (1844 – 1900)

Biografía:

Nació en Röcken en la provincia prusiana de Sajonia en 1844, en una familia protestante. Tras la muerte de su padre y hermano se mudó a Naumburg con su abuela, madre, tías y hermana. Allí inicia sus estudios donde muestra su talento musical y artístico y comienza su interés clasicista. En 1864 ingresa en la universidad de Bonn donde estudia teología y filología clásica. Para profundizar en las lenguas clásicas cambia a Leipzig, donde conocerá a Richard Wagner (1813 – 1883) que influenciará en él desde entonces. Tras la guerra austriaco-prusiana de 1866 entra en el ejército durante 1867 hasta una lesión en 1868.1869, antes de terminar sus estudios, es llamado como profesor a la universidad de Basel. Sin embargo, los emergentes problemas de salud le obligan a dejar dicho puesto en 1879 y comenzar un periodo de viajes por Europa en búsqueda de un lugar que aliviase sus síntomas. En 1889 ingresa en una clínica de Basel donde se le diagnostica reblandecimiento cerebral y parálisis progresiva. Finalmente, ya sucumbido a la locura, es trasladado a la casa de su hermana, donde es cuidado por ella y su madre hasta su muerte en 1900.

Influencias:

Recibió una fuerte influencia del cristianismo durante su infancia, y siguió las críticas de Ludwig Feuerbach (1804 – 1872) al idealismo y las religiones, y su concepto de una filosofía nueva. Asimismo, fue partidario del pesimismo de Arthur Schopenhauer (1788 – 1860). Por último, gracias a la filología clásica conoció a los filósofos antiguos así como los presocráticos, de los cuales solo Heráclito trató con respeto.

Pensamientos:

Cosmología: Si el universo tuviese una finalidad, ya debería haberse alcanzado. Así, no hay más mundo que éste y todo se repetirá del mismo modo en sucesivos ciclos cósmicos. Por ello, es necesario vivir y amar la vida, pues se volverá a vivirla.

Cultura: La cultura occidental decadente se encuentra viciada desde su origen por la invención de tres mundos sesgados, el filosófico, el religioso y el moral. Antes de Sócrates, la grandeza de la cultura griega se refleja en la perfección del estilo literario de la tragedia (el enfrentamiento y equilibrio entre razón/serenidad y emociones/placeres). Sócrates instauró el racionalismo por encima de los instintos, las emociones y pasiones (la vida) destruyendo el equilibrio y dando lugar a una racionalidad extrema que llevó a Platón a afirmar que existe un mundo perfecto y absoluto, y que culminaría en el idealismo y la ciencia, suprimiendo la vida debajo de sí. Por otro lado, las religiones crean una ilusión que surge del terror que el humano siente de sí mismo y de su destino, de su poder, lo que le permite eludir la responsabilidad personal y ser esclavizado en obediencia y humildad.

Filosofía: La historia de la filosofía es una gran mentira puesto que todas las teorías y valoraciones fueron creadas por los humanos y carecen, por tanto, de un verdadero fundamento real y objetivo. Es decir, la verdad no existe (sólo se funda en el lenguaje), es una ficción que elabora la razón para satisfacer y encubrir necesidades vitales como el consuelo o la seguridad.

Si es imposible que la filosofía muestre alguna verdad, entonces lo que a lo largo de los siglos ha empujado a los filósofos es un interés para construir teorías que justificaran sus verdaderas intenciones.

Humano: El humano es un ser miserable, obediente, débil e inmundo, ni animal, ni superior, como si fuera defectuoso. Y además de no solo no evolucionar, se resiste a abandonar los valores corrompidos del pasado.

Debe surgir el superhombre, que supera al humano y la cultura decadente, y que se define por haberse liberado de sus cadenas (es libre), conocer la muerte de Dios (sustituyéndolo por él mismo), por tener la voluntad de poder (la voluntad de dominar el mundo, el entorno, de crear los valores y nuevos ideales en los que cree…) y por saber del eterno retorno.

Ética: La moral idealista y la aceptación de los valores tradicionales dan lugar a la imposición de una moral de esclavos, de personas débiles e impotentes que condenan la fuerza, las pasiones, los instintos y evitan la vida.

Es necesaria una nueva moral, la moral de los señores, que exalta los instintos primarios de la vida y la voluntad de poder.

Teología: Por el progresivo abandono de la práctica religiosa en la cultura europea se puede afirmar que Dios ha muerto. El pensamiento occidental va eliminando paulatinamente la realidad de Dios (la realidad como la ven los cristianos), sustituyéndola por la razón, la ciencia y la idea del progreso.

El lugar de Dios lo ocuparán el superhombre y la vida, creándose nuevos valores y la libertad.


La filosofía de la vida

El final del siglo XIX se caracteriza por grandes cambios sociales y políticos.

La revolución industrial, que en parte comenzó durante el siglo XVIII, y sus consecuencias deshumanizantes para los obreros llegan a su máximo impacto en la sociedad. El ser humano es considerado como una máquina más, una mano de obra reemplazable que puede ser explotada y que debe funcionar según los estándares de las empresas. Como consecuencia, los movimientos obreros, reclamando más derechos y libertades, llegan a la política para exigir reformas sociales. En un extremo, surge el movimiento comunista que promulga la igualdad de todos y la división equitativa del capital y de los recursos del estado entre los ciudadanos. Por el otro, entran en auge los nacionalismos que identifican a los problemas sociales y económicos como causados por lo extranjero, lo ajeno. Ambas corrientes, conducirán a numerosas revueltas, rebeliones y dictaduras, que terminarán en las dos guerras mundiales del siglo XX.

En la ciencia, nace la teoría de la evolución de Charles Darwin (1809 –  1882) que explica que las especies biológicas cambian y se desarrollan a lo largo del tiempo por la selección natural de los más aptos y fuertes, mientras que los débiles se extinguen. Con ello, el fin teleológico (último) de la humanidad se resuelve en una lucha por la supervivencia. En la sociología esta teoría se refleja en el Darwinismo social, que defiende que el concepto de selección natural se aplica al desarrollo de la sociedad.

Al margen de las corrientes predominantes de la filosofía e influenciado por la biología, surge el vitalismo (la filosofía de la vida), que considera a la vida como única esencia de la realidad, como fuerza dinámica de la naturaleza que se desarrolla por sí misma en un entorno que le puede ser hostil, y que trata de explicar, valorar y guiar la vida en sí, el individuo en sí.


John Stuart Mill (1806 – 1873)

Biografía:

Hijo de un utilitarista, nació en Londres en 1806. Su padre lo educó con una orientación intelectualista y clásica con la meta de demostrar que se puede crear genios mediante la educación. Con 14 años se muda a Montpellier para cursar química, zoología, matemática, lógica y filosofía. Tras volver a Inglaterra forma parte de la Compañía de las Indias en 1823. Tras varias depresiones cuestiona las enseñanzas de su padre y de su época, lo que le lleva al desarrollo de su filosofía. 1851 se casa con Harriet Taylor (1807 – 1858) que lo influenciará, sobre todo, en sus posiciones feministas. De 1865 a 1868 estuvo en el parlamento británico, donde luchó por los derechos de las mujeres. Tras su retiro, vivió en Avignon hasta su muerte en 1873.

Influencias:

Su filosofía se estructura alrededor de la reelaboración del empirismo inglés, el liberalismo (la defensa de la libertad individual frente el poder del estado), el positivismo de su época, y el utilitarismo acuñado por Jeremy Bentham (1748 – 1832) que define a la bondad de los actos según la cantidad de placer que producen.

Pensamientos:

Ciencia: El único método válido para generar conocimiento es la inducción.

Conocimiento: La realidad se reduce a fenómenos perceptivos (o datos) por lo que todo conocimiento se produce por la experiencia.

Economía: Tras alcanzar la meta del crecimiento económico (una vida de bienestar para todos) debe haber un periodo de detención del crecimiento de capital y de la población en el que nadie es pobre, nadie desea ser más rico, y nadie tiene el miedo de ser superado por el avance de otros.

La aspiración al crecimiento es un vicio. Los avances civiles, culturales, morales serían más grandes si el humano renunciara a esta adicción.

El trabajo existiría con el fin de hacer que el trabajo sea más corto y eficiente.

Ética: La felicidad es deseable y lo único deseable como fin en sí, siendo todo lo demás únicamente deseable como medio para este fin. El mal es todo lo que produce sufrimiento y malestar. Sin embargo, alcanzar la felicidad depende de las capacidades mentales de las personas. Existen aquellas con capacidades menores que la alcanzan más fácil, mientras que existen otros, con capacidades mayores, que, aun conociendo las caras de la felicidad, son incapaces de alcanzarla del todo. Asimismo, la felicidad no tiene que coincidir con satisfacción pues muchos actos satisfactorios no conllevan una vida feliz. La vida feliz consiste en una vida vivida con plenitud, en la que todas las dimensiones permitan lograr un equilibrio vital sereno.

La libertad es el deseo primario y más fuerte del ser humano, pues es lo que le permite desarrollarse plenamente según sus capacidades e intereses. Solo existe una excepción y es cuando se trata de proteger al individuo mismo u a otro. Por ejemplo, la libertad del individuo no debe convertirse en molestia de otro.

Política: El estado es una transición a una sociedad de igualdad sin estructuras de gobierno y debe ser activo y responsable con sus ciudadanos. Por ejemplo, debe regular estrictamente los sectores relacionados con las necesidades básicas como los del agua, energía y comida, para que no caigan víctima de intereses económicos.

Todo acto social o político tiene que estar dirigido a permitir y facilitar la libertad del individuo, de su opinión y su desarrollo (como el de su personalidad). Así, cualquier intento por parte del estado de prescribir al individuo adulto lo que es bueno o malo y lo que le favorece o perjudica es inaceptable, pues cada persona es el amo soberano de sí mismo. En el caso de personas que no pueden valerse por sí mismos (niños, ancianos, discapacitados), en sociedades violentas o en determinadas circunstancias (defensa del estado, de la infraestructura, etc.), el estado sí puede influir en el individuo.

La democracia es la mejor forma de gobierno por ahora. Sin embargo, por la supresión que han sufrido individuos históricamente importantes por el poder de la mayoría, debe ser una democracia de clases en la que las clases con mayor educación deben tener más peso.

Géneros: Las diferencias entre hombres y mujeres se deben a la educación y a las estructuras sociales. La igualdad de género es beneficiosa para todos. Las mujeres deben tener los derechos a votar y al divorcio, así como la libertad de usar anticonceptivos.


Karl Marx (1818 – 1883)

Biografía:

Nació en Tréveris (Trier) en 1818 e ingresó en la universidad de Bonn en 1835 donde estudió derecho. Más tarde, en la universidad de Berlín se dedicó a la filosofía y la historia. De 1843 a 1845 estuvo en Francia, de dónde fue expulsado por sus teorías y actividades. En 1849 se mudó de Bélgica a Londres, donde murió en 1883. Este filósofo desarrolló las bases del comunismo en cooperación con Friedrich Engels (1820 – 1895).

Influencias:

Combinó la dialéctica del idealismo de Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770 – 1831) con el materialismo de Ludwig Feuerbach (1804 – 1872), que identificaba como punto de partida del despliegue dialéctico (el desarrollo de todo) la materia y no la Idea o Dios (de hecho, afirmó que la religión no era más que una invención humana), y lo aplicó a la economía y a la historia.

Pensamientos:

Economía: El capitalismo niega al ser humano en vez de afirmarlo, ya que aunque el trabajo es la esencia del ser humano (lo que crea refleja su humanidad), en el capitalismo, lo que crea no le pertenece, sino a otros. Es más, su trabajo tampoco le pertenece, por lo que él mismo se convierte en mercancía. En el lado contrario, están los que dan el trabajo y que obtienen los productos, que explotan a los anteriores.

Esta diferencia origina relaciones mercantiles de competencia que se manifiestan en el enfrentamiento de la clase capitalista (la que posee trabajos y productos creados) y la clase obrera (que es explotada).

Historia: El despliegue dialéctico (el desarrollo de la materia) de la historia es una maduración progresiva en el tiempo que está regida por la capacidad económica de la especie humana, así como, por el enfrentamiento social dentro de la sociedad de las personas que producen y son explotadas y las que tienen estos productos y explotan (la lucha de clases).

Humano: Los productos de la actividad humana se convierten en fuerzas superiores y autónomas, independientes, que terminan por dominar al ser humano. Por esto, el humano, a pesar de ser libre y creador, se convierte en dominado y esclavo de los objetos creados por él.

Política: El ser humano está dividido en dos, persona privada y egoísta (en la vida individual), y persona pública (en la vida social), miembro del estado. Ésta alienación y el estado se convierten en un poder autónomo, enemigo de sus miembros, que termina por esclavizarlos igual como la religión.

El modo de producción de una sociedad es sinónimo de sistema social y depende de la infraestructura económica (formada por los que producen y el modo en el que lo hacen) que posee y que, en última instancia, determina su superestructura cultural (las leyes, la justicia, el arte, la religión, la moral, la filosofía…).

Las tensiones entre la clase capitalista y clase obrera terminarán en una revolución social que dará lugar a un nuevo sistema social y político en el que se da la superación de los problemas del capitalismo: la recuperación de la esencia humana mediante el comunismo. Sin religión, clases sociales y diferencias económicas.

Teología: El humano creó a dios y la religión como fuente de consuelo en la miseria económica y social, y es deshumanizado y dominado por ello.


Auguste Comte (1798 – 1857)

Biografía:

Nació en Montpellier y vivió de cerca la formación del socialismo francés. En el año 1825 se casó Carolina Massin y, después de vivir diversos avatares, como su internamiento a causa de una crisis cerebral y un intento de suicidio, se divorció y se enamoró de Clotilde de Vaux cuya muerte fue tal vez la causa del giro de sus pensamientos creando el positivismo (positiva porque unifica todas las ciencias en uno). Murió en París en 1857.

Influencias:

En el siglo XIX se formaron diversas corrientes en contra del idealismo de Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770 – 1831).

Pensamientos:

Ciencia: La única fuente legítima de la ciencia es la experiencia sensible. Es necesario crear una ciencia nueva que investiga las leyes reguladoras sociales: la sociología, que además integra ética y política. Además, la evolución de la sociedad se debe al progreso de las ciencias.

Las ciencias más generales son las menos complejas, mientras que en las más complejas ocurre lo contrario. De este modo, se establece una jerarquía en las ciencias según criterios históricos, lógicos y pedagógicos: Matemáticas > astronomía > física > química > biología > sociología.

Conocimiento: Los conocimientos del individuo y de la especie humana pasan por tres estados: El estado teológico que es provisional y preparatorio, donde se buscan los principios y cambios ocasionados por una causa primera, y que tiene tres fases (la fetichista donde las cosas son personificadas, divinas o mágicas, la politeísta donde se diviniza las fuerzas naturales, y la monoteístas donde solo hay un Dios). El estado metafísico que es crítico y de transición, donde se buscan los conocimientos absolutos pero inverificables (empíricamente) como causa de todos los fenómenos. Y el estado positivo, definitivo, donde se buscan los hechos y las leyes que los rigen, no sus causas (el cómo y no el por qué).

Historia: La historia se explica por la alternancia de dos épocas que se suceden en una línea de progreso. Una época orgánica que se caracteriza por un sistema de creencias fijo e inerme, estabilidad social y diferentes fuerzas sociales que mantienen el orden social por encima de los individuos. Y una época crítica, en la que se pierde la vigencia del sistema de ideas válido hasta entonces y se destruye el orden social dado para erigir un nuevo superior.

Ética: En el estado perfecto la conducta social se guía por el altruismo y la empatía.

Política: Conociendo las leyes sociales con la sociología, se puede crear una sociedad perfecta dirigida por las ciencias con leyes tan firmes y seguras como las físicas que se conseguirá la cohesión social y unidad de toda la humanidad, y con ello, la paz mundial y el orden.

Teología: La ciencia y el progreso de la humanidad deben reemplazar las religiones tradicionales como religión de la humanidad.

Géneros: El hombre debe realizarse en la lucha de la vida y los trabajos, y la mujer debe emanciparse más allá del hogar parar influir éticamente en la sociedad.


Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770 – 1831)

Biografía:

Nació en Stuttgart en 1770, en una época en la que las monarquías absolutas comenzaron a derrocarse (se inició la Revolución Francesa) y en la que, por Napoleón Bonaparte (1769 – 1821), el Sacro Imperio Romano Germánico, que había perdurado durante casi 1000 años y que sería el fundamento de la futura Alemania, se desintegra. Estudió en Tübingen, compartiendo piso con Friedrich Hölderlin (1770 – 1843), importante poeta romántico, y Friedrich Wilhelm Joseph Schelling (1775- 1854), que se convertiría en un importante filósofo idealista. A partir de 1801 ejerció como profesor de Filosofía en Jena. Desde 1818 impartió clases filosóficas en Berlín, donde murió en 1831 en una epidemia de cólera.

Influencias:

Perfeccionó los conceptos del idealismo kantiano, dando una explicación sistemática definitiva e íntegra de la realidad y del ser humano.

Pensamientos:

Ciencia: La ciencia es la acción de hacer consciente la racionalidad que gobierna y dirige la realidad.

La realidad, el conocimiento y la ciencia se guían por un proceso de superación de contradicciones (la dialéctica). En él, hay dos momentos, la tesis, que es la afirmación de una cosa (por ejemplo, una semilla), la antítesis, que es la negación o lo contrario de lo anterior (por ejemplo, la flor que salió de esa semilla), que culminan en un tercer momento llamado síntesis, donde ambos momentos anteriories se combinan y superan (por ejemplo, el fruto de la flor, que contiene semillas pero a la vez tiene la información de flor). Ésta síntesis sirve como tesis de un nuevo proceso que sigue los mismos pasos y que servirá como tesis en el siguiente proceso, etc., haciendo que, de forma circular, se crea un sistema que llegará, finalmente, a su punto de partida.

Cosmología y teología: El todo es un uno, es una Idea. Las contradicciones (tesis y antítesis) son partes de ese todo. Así, el cosmos, la naturaleza, la realidad, el hombre y su historia son lo mismo: el despliegue dialéctico y racional de la Idea a lo largo del tiempo.

El sistema comienza con la Idea o Dios antes de la creación que es el momento del pensamiento puro y lógico (tesis), no hay materia. En el segundo momento la Idea sale de sí (se aliena) y surge la materia y la naturaleza (antítesis), formando la realidad mecánica en la que no hay pensamiento. El último momento del desarrollo de la Idea se da cuando se crea al ser humano (síntesis) que introduce de nuevo el pensamiento en la realidad y que reconoce a la naturaleza, a sí mismo, a lo que fue y a lo que es.

Conocimiento: La naturaleza y el pensamiento se rigen por la misma racionalidad, son lo mismo, y tienen como finalidad última autoconocerse mediante el método dialéctivo.

Historia: La historia es el número de etapas que son necesarioa para el desarrollo dialéctico de la Idea (Por ejemplo, la monarquía absoluta (tesis) es reemplazada por el periodo del terror (antítesis) para superarse (síntesis) con la república, que a su vez sirve como punto de partida para llegar a la finalidad última: un estado racional y libre).

Humano: Lo que pensamos y hacemos es expresar la racionalidad que tenemos dentro y que organiza todo. Somos parte de un todo divino.


Immanuel Kant (1724 – 1804)

Biografía:

Kant nació en Königsberg en 1724 y fue un hombre rutinario que pocas veces variaba su día a día. Estudió filosofía, matemáticas, ciencias naturales y teología en la universidad de su ciudad natal y se convirtió después de unos años trabajando, en catedrático de su universidad. Simpatizó con la Guerra de Independencia americana y la Revolución Francesa. Murió en 1804 tras sufrir demencia senil durante varios años. Su obra fundamental es la “Crítica a la razón pura”, por la que es considerado el fundador del idealismo y de la filosofía moderna.

Influencias:

En su universidad estuvo expuesto a las corrientes del racionalismo de la ilustración. Pero fue la lectura del empirismo de David Hume (1711 – 1776) la que le llevó a sintetizar su filosofía incorporando ambas corrientes.

Pensamientos:

Ciencia: Todo saber para ser considerado científico debe ser universal (siempre válido), necesario (no hay opuesto) y progresivo (amplía conocimientos). La ciencia se formula por enunciados, llamados juicios, que ponen en relación un sujeto y un predicado, y que deben poseer las características mencionadas anteriormente.

Los juicios pueden ser: analíticos (aquellos en los que el predicado está implicado en el sujeto, por ejemplo: triángulo = tres ángulos, tres lados, etc.) que no son científicos porque, a pesar de ser universales y necesarios, no son progresivos; y sintéticos (en los que el predicado no está implicado en el sujeto). Éstos pueden ser a posteriori cuando la conexión entre sujeto y predicado se hace posteriormente a la experiencia (aunque no son ciencia pues no son universales ni necesarios) o a priori cuando la conexión existe antes de la experiencia (sí pueden ser ciencia pues son juicios universales y necesarios).

El término trascendental describe todo el conocimiento, las reglas y condiciones a priori que se dedican a estudiar el modo en el que entendemos las cosas.

Cosmología: El mundo se divide en dos, la parte que se nos presenta por los sentidos y que podemos conocer por la experiencia, y la que no (el mundo inteligible, el noúmeno).

Conocimiento: No podemos conocer (objetivamente) al mundo y las cosas en sí (el llamado noúmeno) sino que lo conocemos tal como lo percibimos (subjetivamente) y según lo que derivamos de esas percepciones, de esa experiencia.

El humano tiene, de manera innata (a priori), las herramientas (las categorías y las formas de espacio y tiempo) para ordenar y entender esa experiencia con el cerebro. Todo situado más allá de eso, es ámbito de la razón. Así, el conocimiento se construye por la síntesis de los elementos a priori y a posteriori que están en la memoria.

Concretando: La capacidad pasiva para recibir la información desde fuera por los sentidos se llama sensibilidad. El acto de recibir la información es la intuición. El conjunto de información recibida es la materia del conocimiento. Lo recibido se estructura y se sintetiza de manera innata en el cerebro según espacio y tiempo convirtiéndose en el denominado fenómeno (sabemos dónde y cuándo recibimos algo).

Ahora, actúa el entendimiento que reunifica o sintetiza, de manera activa, los conceptos que son derivadas de la experiencia (empíricos, relacionados a posteriori de la percepción) o los que no son derivadas de la experiencia (puros, a priori, como las categorías de causa y efecto, unidad o pluralidad, etc.) para formar juicios.

La razón puede hacer una síntesis superior de los juicios a ideas trascendentales que constituyen la metafísica. El intento de organizar esas ideas en categorías es imposible para el humano pues no tienen fundamento de experiencia, es una ilusión trascendental.

Humano: El humano es libre, porque eso es condición necesaria para que exista la ley moral. Si no lo fuera, no podría elegir cumplir o incumplirla. La razón humana tiende al bien supremo que consiste en la suma de felicidad y virtud. Si no, no tendría sentido actuar respecto al deber moral. Sin embargo, como la felicidad y la virtud a veces no ocurren a la vez, es necesario que la virtud corresponda con felicidad en el mundo inteligible (todo lo que es noúmeno). Eso significa que parte de nosotros es inteligible (inmortal), que tenemos alma.

Ética: El uso práctico de la razón es la moral. La ética debe ser formal (centrarse en la forma y no en el contenido), a priori (universal y necesaria), categórica (absoluta) y autónoma (el sujeto actúa con total libertad y no está determinado o influido por otras cosas que no sean la razón).

La bondad o maldad de una acción puede revelarse de manera formal considerando la posibilidad de que se convierta en una acción universalmente válida.

La única cosa que puede calificarse de buena es la voluntad buena (aquella que obra por deber y que es determinada por la razón). Así, obrar conforme al deber es legal pero no moral pues se dirige por principios subjetivos (máximas). Al contrario, obrar por deber sí es respetar la moral y la ley moral (principio objetivo del obrar). La ley moral toma forma de imperativos para el humano. Pueden ser hipotéticos (cuando son buenos para alcanzar un fin) o categóricos (que se imponen a la voluntad de manera universal, absoluta y por la razón).

Por ejemplo: Obra como si la máxima de tu acción debiera convertirse, por tu voluntad, en ley universal de la naturaleza.

El humano es la finalidad de sí mismo, se impone la ley moral con su voluntad, tiene autonomía moral. Si es impuesta por otro es heteronomía moral y es usado como medio.

Teología: No es posible el conocimiento científico de Dios pues los argumentos que pretenden demostrar su existencia son falacias. Solo puede tenerse una idea trascendental de ello y una fe racional ya que su existencia es necesaria para que el orden moral funcione. Es necesario un bien supremo que media entre virtud y felicidad. Si no, no existiría.


La Ilustración

La ilustración es una época marcada por el creciente enfrentamiento entre monarquías absolutas apoyadas en la tradicional aristocracia y las ardientes ansias de poder y bienestar por parte de los estamentos inferiores, la burguesía y el pueblo. Su característica esencial es la consideración de que la razón y la voluntad son los motores que pueden hacer avanzar a la humanidad y a la persona hacia un mundo mejor, y disipar la ignorancia, la injusticia y tiranía. Por ello también es concido como siglo de las luces.

Siguiendo la tradición de la filosofía política del renacimiento de Thomas Hobbes (1588 – 1679), que defendía que el ser humano es malo y egoísta por naturaleza por lo que necesita de un contrato social y un soberano absoluto para garantizar su seguridad, y John Locke (1632 – 1704), que, al contrario, afirmaba que el ser humano es bueno y justo por naturaleza y que requiere un contrato social con gobernantes de igual derechos, deberes y libertad que el resto de la sociedad, Charles Louis de Secondat (1689 – 1755), conocido como Montesquieu, François Marie Arouet (1694 – 1778), conocido como Voltaire, y Jean-Jacques Rousseau (1712 – 1778) desarrollan las ideas del estado igualitario, tolerante (en contra de prejuicios) y justo (con derechos humanos), bajo la separación de poderes y de la iglesia de la política, y la democracia, que más tarde serviría como modelo en la revolución francesa (1789 – 1799) y en la formación de los estados modernos.

Por otro lado, los grandes avances científicos culminan en Isaac Newton (1642 – 1727) que fue capaz de superar  el mecanisimos cartesiano y dar una explicación física coherente del mundo, uniendo las leyes astrofísicas de entonces con la ley de la gravitación universal y estableciendo la física, sobre las matemáticas, como punto de partida para la explicación del universo. Además, impulsó la óptica como ciencia y desarrolló, paralelamente a Gottfried Wilhelm Leibniz (1646 – 1716), el cálculo infinitesimal (derivadas e integrales).


David Hume (1711 – 1776)

Biografía:

Natural de Edimburgo, comenzó a estudiar derecho en 1726 en la universidad de dicha ciudad solo para dejarla poco después y dedicarse a la literatura y filosofía. Con el mismo fin, se trasladó a Francia. Volviendo a Gran Bretaña fue rechazada su solicitud de profesorado en 1746 y 1751 por lo que se dedicó a escribir varios libros de filosofía e historia que fueron bien recibidas por el público. Más tarde ocupó el cargo de subsecretario de Estado. En 1769 volvió finalmente a Edimburgo donde murió en el año 1776. Es considerado el representante más importante del empirismo.

Influencias:

Hume perfeccionó los conceptos empiristas previos como los de Thomas Hobbes (1588 – 1679) y John Locke (1632 – 1704) que es famoso por su expresión de que el ser humano nace con una mente en “tabula rasa” (en blanco, sin ideas). También es importante la influencia del escepticismo en su filosofía.

Pensamientos:

Cosmología: La existencia de impresiones funda la creencia en la existencia del mundo.

Conocimiento: No puede haber un conocimiento universal y necesario, sólo uno probable basado en el método inductivo y en la creencia, pues todo nuestro conocimiento viene de la experiencia, adoptando la forma de percepciones en la mente. Estas se dividen en impresiones (datos inminentes de la experiencia como sensaciones o sentimientos) e ideas (copias debilitadas de las impresiones en el pensamiento). Las impresiones, a su vez, se diferencian en simples y complejas, y de sensación (de fuera) o de reflexión (de dentro). Más allá de las impresiones e ideas, no podemos conocer.

La memoria conserva las ideas simples, en su orden y posición, siendo las ideas de la memoria menos vívidas que las de la imaginación. La imaginación combina las ideas para obtener otras más complejas, o bien descompone las complejas en simples. Para hacer esto, la imaginación opera según las leyes de semejanza, contigüidad en el espacio o tiempo, o según la relación de causa y efecto.

El razonamiento actúa sobre la relación entre las cosas. Pueden ser relaciones de ideas por semejanza, que pertenecen al conocimiento cierto (puesto que el opuesto no es posible) y que son verdad porque se pueden analizar y demostrar los términos que las componen, o por contigüidad (llamadas cuestiones de hecho), que pertenecen al conocimiento probable (ya que el opuesto es posible) y que pueden ser falsos porque solo son observados.

El principio de causalidad no es una relación de ideas ya que no se funda en ninguna demostración, impresión o idea. Recordamos acontecimientos pasados y presuponemos que el futuro se parecerá al pasado. Son la costumbre y el hábito que nos llevan a considerar dicha asociación como necesaria. Es una creencia.

Humano: El yo sólo es una consecuencia de la colección de impresiones. No hay impresiones o ideas sobre el alma.

Ética: La razón no puede ser la base de la ética. La moral se basa en un conjunto de juicios, extraídos de la experiencia, con los que intentamos influir en nuestra conducta y en la de los demás, mientras que la razón es incapaz de influir en el comportamiento porque la razón se propone a descubrir la verdad y las acciones morales no pueden considerarse verdaderas o falsas. Así pues, la moral se basa en el sentimiento de aprobación o desaprobación de las acciones humanas, despertado por la utilidad que tengan para la colectividad. Estos sentimientos provienen de creencias que son fruto del hábito o de la costumbre.

Teología: Si lo único que conocemos son nuestras percepciones y no las cosas directamente, no hay nada que nos asegure la existencia real de dichas cosas. Es decir, no hay impresiones o colecciones de impresiones de sustancia (de lo que está hecho el mundo), o de Dios, por lo que esos conceptos no son más que ideas simples unidas por la imaginación.

La expresión “Dios no existe” no implica contradicción y los argumentos que prueban su existencia no tienen ningún valor por estar basados en el principio de la causalidad.

Sin embargo, considera que este escepticismo es el primer paso para ser un creyente sincero.


René Descartes (1596 – 1650)

Biografía:

Vio la luz de la vida en La Haya, Francia, el 31 de Marzo de 1596 en una familia de la pequeña nobleza cuya posición económica le permitió vivir sin trabajar el resto de sus días. Tras convertirse en huérfano fue educado por su abuela materna y más tarde ingresó en el colegio de La Flèche. Insatisfecho con su educación continuó más tarde su formación como autodidacta. En 1618, durante la Guerra de los Treinta Años, se alistó en un ejército de Baviera, solo para abandonarlo un año más tarde y comenzar una etapa de viajes por Europa que duraría casi 10 años. Se instaló en Holanda en 1628 para desarrollar sus pensamientos y sus estudios de física, matemáticas, anatomía y filosofía. En 1649 se trasladó a Estocolmo, a petición de la reina de Suecia, en donde murió en 1650 por una pulmonía (durante toda su vida tuvo una salud delicada). Hoy en día, es considerado como el filósofo más destacado del racionalismo.

Influencias:

En el colegio de La Flèche entró en contacto con la escolástica que intentaba adaptarse a las exigencias del momento y que acabó rechazando. Aun así, varias ideas de su teología provienen del agustinismo. Igualmente, en su esfuerzo de sustituir las creencias de su época por una ciencia moderna universal se observan elementos del escepticismo y del estoicismo

Por último, se apoyó en las matemáticas, principalmente la geometría y el álgebra, para desarrollar los conceptos de su filosofía.

Pensamientos:

Ciencia: Destaca su preocupación por crear una ciencia única, universal y necesaria mediante las matemáticas y un método racional dedicado a la búsqueda de verdades universales, parecido a la forma de demostración matemática, que recibe el nombre de método cartesiano.

Éste método consta de cuatro reglas: La primera, la regla de evidencia dicta que con la intuición de la razón se puede percibir verdades evidentes que se presentan como ideas claras y distintas unas de otras. La regla del análisis consiste en la descomposición de ideas complejas en sus elementos más simples y de lo desconocido a lo conocido. La regla de síntesis significa establecer un orden lógico en la deducción de lo más simple a lo más complejo. La última, la regla de enumeración, es la revisión de todo éste procesos para comprobar que no se está omitiendo nada.

Finalmente, hizo uso de la duda metódica para encontrar los universales que sean indudables (verdades). Consiste en dudar de todos los conocimientos, tanto de la experiencia sensible como de la racional hasta encontrar la verdad única.

Cosmología: Todo lo que sucede en el mundo o compone la realidad es racional y tiene su justificación.

Nosotros y el universo estamos formados por sustancia (aquello que no necesita de otra cosa para existir, excepto de Dios), que se divide en sustancia infinita (que existe por sí sola, Dios) y sustancia finita (que existe por Dios). Esta última se divide en res cogitans (el ser que piensa) y res extensa (el ser que se extiende por el espacio) que reduce al mundo en un constructo matemático-algebraico.

Las variaciones de la sustancia se llaman modos. Los modos del cuerpo son la figura y el movimiento. También diferencia entre cualidades primarias objetivas (extensión, movimiento,…) y cualidades secundarias subjetivas (color, olor, sabor…).

De éste modo, el mundo es como una máquina que se reduce a materia y movimiento. Y éste movimiento se guía por tres leyes: la ley de la inercia (los cuerpos en movimiento solo cesan de moverse por otros cuerpos), la ley del movimiento en línea recta (todo cuerpo se mueve en línea recta si no influye otra fuerza) y la ley del choque (si un cuerpo en movimiento se encuentra con otro de menor fuerza se detiene, mientras que si la fuerza es mayor, se verá arrastrado por él).

Conocimiento: Los sentidos son inferiores, engañosos, y no pueden formar parte en la construcción de un conocimiento universal.

Los fundamentos del conocimiento son la razón y las ideas, que pueden ser adventicias (proceden de la experiencia externa), facticias (construidas con la imaginación y la voluntad) o innatas (que están por naturaleza en la mente). Así, desde unos primeros principios racionales se puede construir el conocimiento en cadena (llegando de un principio a partir de otro) mediante la deducción (con el método cartesiano) y la intuición intelectual.

Usando el método y la duda pudo encontrar el primer principio racional indudable sobre el que se basa el resto de su filosofía: Pienso, luego existo (cogito, ergo sum).

Humano: Por un lado, como ser que duda somos res cogitans (ser que piensa), que corresponde con el alma, y res extensa (ser que se extiende), que corresponde con el cuerpo. La unión del alma con el cuerpo se sitúa en la glándula pineal, de tal modo que el alma conduce al cuerpo como si fuera una máquina.

Ética: No consiguió aplicar su método a la moral del todo, por lo que recomendó una moral provisional que consiste en obedecer las leyes, costumbres y la religión tradicional de un lugar, adoptar una postura moderada ante la diversidad de opiniones, tener firmeza y decisión en el modo de actuar, cambiar las propias opiniones antes que el orden del mundo y revisar todas las ocupaciones posibles para elegir la mejor.

Teología: Demuestra la existencia de Dios a partir de la idea de perfección. El hecho de dudar supone que somos imperfectos y ser conscientes de esto implica que existe la idea de perfección. Puesto que no es una idea adventicia (no viene de fuera) o facticia (no poseo los elementos para crearla) es una idea innata puesta en nosotros por un ser que posee la cualidad de la perfección: Dios.

Matemáticas: Unió geometría y álgebra y, por ello, es considerado como padre de la geometría analítica. Las coordenadas cartesianas recibieron el nombre en su honor.

Física: Definió al mundo como una máquina regida por las leyes causales (describidas en cosmología), reemplazando la visión teológica de tradición Aristotélica. Y, por último, formuló la primera ley de la termodinámica.


La crisis de la escolástica y el renacimiento

En los siglos XIII y XIV nos encontramos con la crisis de la escolástica, impulsada por los cambios importantes en el mapa político de Europa por la rotura de importantes imperios, el auge de los nacionalismos y la consecuente lucha de poder entre líderes políticos y la Iglesia.

La filosofía y las presciencia comienzan a independizarse de la teología católica cuando autores como Duns Escoto (1266 – 1308) y Guillermo de Ockham (finales del siglo XIII – ca. 1349) afirman las diferencias entre razón y fé, filosofía y teología, y lógica y metafísica . Famoso es el principio de economía, más conocido como la navaja de Ockham, que insta al filósofo a no postular más entes de los que sean necesarios para sus explicaciones. Este concepto es adaptado luego por la ciencia como principio de parsimonia (la preferencia de la explicación más simple de un fenómeno frente a las más complicadas).

A finales de la Edad Media, con el teólogo reformista Martin Lutero (1483 – 1546) y el rey inglés Enrique VIII (1491 – 1547) la iglesia se divide dos veces más, dando lugar a la constelación que se conoce actualmente: iglesia católica, protestante, ortodoxa y anglicana. Y sanjando finalmente, la lucha de poder entre los líderes políticos y la Iglesia a favor de los primeros.

Usando como símbolo la caída definitiva del Imperio Romano de Oriente en 1453 (fatalmente debilitado por las consecuencias de la cuarta cruzada), se inician el renacimiento y la Edad Moderna. Se «redescubren» las obras clásicas de la época griega y romana que se extienden rápidamente por toda Europa con la invención de la imprenta de Johannes Gutenberg (ca. 1400 – 1468) y surge el humanismo, que situa al ser humano en el centro del universo (frente al teocentrismo medieval), como superior a todos los demás seres y que sigue, principalmente, las corrientes del platonismo y aristotelismo. Se caracteriza por una enseñanza que pretendía inculcar en las personas el ideal de hombre de la cultura clásica, la lucha contra la injusticia mediante las utopías, con la perfección como meta final y el rechazo a la actividad científica.

Paralelamente, la ciencia avanza progresivamente a grandes pasos, imponíendose del todo la teoría heliocéntrica a la geocéntrica y descubriéndose las primeras leyes y entidades físicas de la cosmología con personajes como Nicolás Copérnico (1473 – 1543), Johannes Kepler (1571 – 1630) y Galileo Galilei (1564 – 1642). Cabe destacar también la instauración del método hipotético-deductivo (que no se usaba en la Edad Media) y del inductivo en la ciencia, el desarrollo de las matemáticas y a Francis Bacon (1561 – 1626) con su consideración del experimento como el verdadero instrumento científico.


La filosofía dedicada a la religión Cristiana

A medida que el cristianismo logró extender y consolidarse por encima de otras corrientes filósofo-religiosas como el gnosticismo (basado en una combinación de neoplatonismo y religión) en el Imperio Romano, la filosofía se dedicaba cada vez más a explicar, justificar y a dar sentido a sus conceptos religiosos, prevaleciendo como teología. Así, se sentaron las bases de la ética y moral cristiana que dirigirían en gran medida la vida cotidiana de las personas, y sus creencias, durante la Edad Media, y que siguen influyendo importantemente hoy en día en las culturas occidentales.

Ésta religión, surgida del antiguo testamento del Judaísmo y del nuevo testamento basado en Yehshúah (Jesús) de Nazaret (ca. 4 a.C. – 30 d.C.), fue moldeada en gran parte por (San) Agustín de Hipona (354 – 430 d.C.), que es considerado por la Iglesia Cristiana uno de sus padres y que adaptó la corriente neoplatónica y la del escepticismo a ella.

Durante los cerca de mil años posteriores, tras la caída del Imperio Romano de Occidente, diversos filósofos y religiosos cristianos como Alcuino de York (730 – 804 d.C.), Juan Escoto Erígena (ca. 810 – 877 d.C.), Anselmo de Canterbury (1035 – 1109 d.C.) y Pedro Abelardo (1079 – 1142 d.C.) ampliaron la filosofía dedicada al catolicismo, mientras que la situación cultural y política difícil y la censura por la Iglesia, además de la primera división religiosa en iglesia católica y ortodoxa en 1054 tras la conquista de Constantinopla por la cuarta cruzada (que en sus comienzos pretendía conquistar Egipto), impedían o dificultaban la extensión de otras corrientes filosóficas.

Finalmente, la combinación de filosofía y teología llegó a su culminación por el esfuerzo de (Santo) Tomás de Aquino (ca. 1224 – 1274 d.C.) al adaptar parte de la corriente filosófica aristotélica al cristianismo.


Plotino de Licópolis (205 – 270 d.C.)

Biografía:

Nació en la ciudad egipcia Licópolis en el año 205 d.C. y empezó a estudiar filosofía con 27 años en 232 d.C. en Alejandría. Debido a que las doctrinas de sus maestros no le convencían, se hizo discípulo de Amonio Saccas (ca. 175 – 242 d.C.) el fundador de la escuela neoplatónica. Con 38 años se unió al sequito del emperador romano Marco Antonio Giordano III (225 – 244) para explorar las doctrinas de Persia y la India. A la muerte del emperador tuvo que iniciar su viaje de vuelta. Al tener 40 años se trasladó a Roma, en donde enseñó su filosofía y murió en 270 d.C.

Influencias:

Como neoplatónico, aprendió bajo Amonio Saccas (ca. 175 – 242 d.C.) trató de responder a los aspectos que les parecían incompletas de las doctrinas de Platón de Atenas (428/427 – 347 a.C.). También tomó elementos del Epicureísmo y el Estoicismo, como de la filosofía pérsica e india con su misticismo. Por último cabe decir que el neoplatonismo y la filosofía cristiana se enfrentaron al  principio, aunque tiempo después el primero influyó importantemente en el Cristianismo .

Pensamientos:

Todo se compone de tres elementos: el Uno inconcupiscible, el Nous inteligible que emana de él y el Alma mundial que, a su vez, procede del Nous.

El universo y todos sus componentes (lo que es, el Ser) proceden de la emanación de lo “Uno” que es indefinido, Dios, bello, bueno, la unidad y que está por encima de todo (también del Ser y del no-Ser) o transcendente y fuera del alcance directo de la percepción o la razón.

El Nous (logos, espíritu) es el reflejo o la emanación del Uno que forma el mundo suprasensible (el Ser inteligible, las leyes universales, ideas, perfecciones), que se puede llegar a conocer (porque procede del Uno) mediante la razón que tiene el alma. De él procede el mundo sensible (el Ser perceptible por los sentidos) y el alma mundial.

El Alma del mundo contiene todas las almas individuales. Está entre la materia del mundo sensible y las ideas del mundo inteligible como causalidad física (la fuerza creadora de la naturaleza) de la que se originan los ángeles, los humanos, los animales, y, por último, la materia, que al ser lo más alejado del Uno es el principio del mal. El proceso inverso a la emanación (la purificación) conduce a la felicidad suprema del ser humano.


El fin del Helenismo y el Imperio Romano

Tras cientos de años de dominación cultural y política por parte de las polis griegas en el mar y en las colonias del mediterráneo, emerge una potencia militar y cultural fuerte que en el siglo II a.C. controla casi toda Italia, los romanos. Desde entonces, fueron capaces de conquistar y unificar la tierra del Mar Mediterráneo bajo su poder, también a Grecia, tras doscientos años de guerra formando el Imperio Romano y acabando con el periodo griego conocido como Helenismo.

Las corrientes filosóficas creadas al final del Helenismo, como el Escepticismo, el Epicureísmo y, sobre todo, el Estoicismo fueron las que más se desarrollaron como filosofía y modo de vida durante el Imperio Romano, hasta alcanzar el Cristianismo y su ética (también influida por el neoplatonismo) la predominación.

Representantes importantes del Estoicismo romano fueron: Posidonio de Apamea (ca. 135 – 51 a.C.), su discípulo Marco Tulio Cicerón de Formia (106 – 43 a.C.), Lucio Anneo Séneca de Córdoba (ca. 4 – 65 d.C.), Epicteto de Hierápolis (55 – 135 d.C.), su admirador Marco Aurelio Antonino Augusto de Roma (121 – 180 d.C.).

El personaje más importante del Epicureísmo romano fue Tito Lucrecio Caro (ca. 99 – 55 a.C.)

Del Escepticismo romano Sexto Empírico (ca. 160 – 210 d.C.)

Por último, surgió el neoplatonismo, que más tarde influyó significantemente en el Cristianismo, con los filósofos Mestrio Plutarco de Queronea (ca. 48 – 120 d.C.) y Plotino de Licópolis en Egipto (205 – 270 d.C.).